domingo

Creepypasta : "No solo los perros lamen "


Esto paso en una pequeña ciudad de Francia, salio en casi todos los periódicos locales. Una niña de 9 años, hija única, de padres de gran influencia, tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.

Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra, los padres fueron a despedirse de la niña; el perro ya acostumbrado a dormir con la niña, se ponia debajo de la cama.

Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) lo hizo y entonces se tranquilizó y durmió otra vez.

Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con sangre que decía N0 SÓLO LOS PERROS LAMEN.
Entonces dió un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.


Se dice que cuando los padres volvieron estaba totalmente trastornada y solo decia "¿quién me lamió?".
Aun se busca al autor de tal aberración.

sábado

Carl Von Cosel y su macabra historia de amor.

Carl Von Cosel

Una de las historias más 'conmovedoras' relacionadas con el transtorno de la necrofilia, es la del médico estadounidense Carl Von Cosel, quien en 1931 desarrolló una obsesión por María Elena de Hoyos, de 22 años, una de sus pacientes en Florida, a quien trataba por tubercolisis.

Profudamente enamorado de la joven, tras su muerte pidió permiso a la familia para construirle un mausoleo en el que la visitaba todas las noches y preservaba su cuerpo en formaldehído. Para 1933 trasladó el cuerpo a su casa, lo metió en cama y llenó un guardarropa para vestirla.


La hermana de Elena descubrió el robo del cuerpo 7 años más tarde, se dirigió a la casa de Von Cosel y encontró el cuerpo tendido en la cama con una máscara de cerámica cubriéndole el rostro: los huesos estaban unidos con cuerdas de piano, su piel era tratada con cera, sus ojos eran de cristal y estaba rigurosamente perfumada para enmascarar el olor a putrefacción.


viernes

Mujer que cayo de un barranco, hoy vive gracias a su perra "Bonnie"

HERMOSA HISTORIA INCONDICIONAL❤❤

Dina Wuest y su querida perra Bonnie son el par perfecto. A ambas les gusta estar en contacto con la naturaleza y tener aventuras juntas.




Dina Wuest estaba acampando con su perra Bonnie, cuando decidieron ir a dar un paseo. Todo marchaba bien, hasta que la mujer cayo de un barranco en Tararua Ranges en Nueva Zelanda. La inesperada caída dejó a Dina con una pierna rota, quedando asi varada sin poder moverse luego de deslizarse seis metros hacia abajo, mientras tanto Bonnie quien continuaba en lo alto del barranco hizo lo impensado por llegar hasta ella y salvarla.
Dina recuperandose

Bonnie tenía algunas de las pertenencias de Dina, incluyendo su teléfono celular en la bolsa que llevaba en la espalda y de alguna manera ella sabía que su madre humana iba a necesitarlo.
“Me caí y quedé frente al barranco, así que no podía verla, pero la oí hacerse camino por un lado del barranco en el que no era tan empinado”, dijo Dina. “En un minuto aproximadamente, estaba a mi lado”.
: Campamento Bonnie acampando con Dina
Dina pudo sacar su teléfono de la mochila de Bonnie y pedir ayuda. Mientras esperaba que los equipos de rescate llegaran, Bonnie se quedo a su lado.
“Ella se acurrucó a mi lado y se quedó allí hasta que llegó el helicóptero”, dijo Dina.”Hemos tenido que esperar un poco más de una hora para que vinieran y ella se quedó conmigo todo el tiempo”.
Bonnie estaba un poco ansiosa y asustada cuando vio el helicóptero y los paramédicos.
“Ella estaba muy protectora conmigo. Así que cuando los paramédicos comenzaron a cortar las botas, Bonnie se mostro poco feliz por lo que se necesito sedarla antes de que pudieran hacer nada conmigo.
Pero ya que los que me asistian eran paramédicos, tuvieron que llamar a un veterinario para averiguar lo que sería una dosis segura para mi Bonnie”, dijo Dina.
La heroica Bonnie