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Para mantener la salud del perro es necesario tener un veterinario de cabecera que haga controles periódicos de la misma manera que sucede con los humanos. Existe una serie de padecimientos de poca importancia como pulgas y garrapatas que son fácilmente tratables siempre y cuando se los detecte a tiempo pero también existen una serie de enfermedades muy severas que requieren tratamientos muchos más fuerte y urgentes. No haremos aquí una serie de las enfermedades que puede contraer tu mascota sino que te ofrecemos una forma de observarlo mejor para reconocer cuando tiene síntomas que requieren atención del veterinario. Antes de comenzar hay que recordar que el perro debe ser vacunado a los días de nacer y luego deberá seguir siendo vacunado periódicamente.
Nuestro perro cuando está sano tiene el pelo brillante, buen apetito, la nariz fría y húmeda y un buen ánimo. Si notamos alguna decadencia notable en alguno de estos puntos ya estamos ante la presencia de un posible síntoma.
# Diarrea: se debe observar si se trata de heces blandas o directamente acuosas. Además es importante verificar la frecuencia de las deposiciones y la cantidad de materia fecal depuesta en cada una de ellas. A su vez, el color de las heces es importante para que el veterinario comience a tratar el problema.
# Vómitos: los vómitos son alarmantes cuando tienen presencia de sangre o cuando son muy repetidos. Que un perro vomite cada tanto por comer muy rápido o comer demasiado es bastante común. Inclusive, cuando el perro se da cuenta que se siente mal del estómago puede comer pasto para provocar el vómito y lograr así una mejoría notable en su condición.
# Rascado: si tu perro se rasca insistentemente o si se muerde la piel seguramente tenga un problema de pulgas. Esto parece evidente, no obstante, lo que no hay que hacer es medicar uno mismo al perro. La picazón en la piel puede radicar en otro tipo de problema que nada tiene que ver con las pulgas ni con su tratamiento.
# Orejas: el movimiento brusco y constante de la cabeza, las orejas dobladas de forma extraña o el rascarse insistentemente con la pata pueden estar indicando que tu perro sufre de otitis o tiene algo metido dentro de su oreja. Es importante llevar rápidamente el perro al veterinario porque la oreja es una zona que se infecta mu rápidamente.
# Los estornudos: si son esporádicos no son síntoma de ningún problema, pero si son repetidos pueden indicar que tu perro tiene algo dentro de su hocico o que tiene alguna infección. También se debe estar atento en qué momento estornuda nuestro perro ya que si lo hace cada vez que lo exponemos a determinado material o situación esto le esté provocando alergia o irritación en el conducto nasal y es importante alejarlo de estos malos estímulos.
fuente: expomascotas
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